LA PRIVATIZACIÓN DEL HÁBITAT. Hipotecando presente y futuro.
Hábitat es un lugar que cumple con las condiciones básicas de alimento, aire, agua, suelo, espacios para el refugio y salud para los seres vivos que se encuentran en el. Y la salud no es solamente la ausencia de dolencias o enfermedades, es además, un estado completo de bienestar físico, mental y social.
Cuando hablamos de nuestro hábitat, en realidad no estamos hablando de algo que nos pertenece, nosotros estamos de paso; no es mas nuestro que de los que vendrán. Es por ello que el hábitat, los territorios, los recursos naturales... deben ser de todos y para todos en igualdad de condiciones. Por lo tanto, debe ser un lugar sin barreras físicas, económicas o culturales, un lugar donde no existan las diferencias sociales y las desigualdades; ya que de lo contrario podríamos estar haciendo un uso ventajoso o desleal de algo que no nos pertenece más que a cualquier otro ser, ya sea contemporáneo o futuro.
Mientras nos arrastramos hacia esa privatización "sutil" del hábitat, haciéndolo sólo nuestro e hipotecando el futuro de las personas que vendrán; arrevatándoles la pureza del aire, la transparencia de las aguas, el azul del cielo y el frescor de los bosques, ...estaremos condenando la vida, dando paso únicamente a la supervivencia.
Lo paradójico de esta privatización de nuestras condiciones de vida y del futuro de las generaciones venideras, es que está llevada a cabo por una minoría con el beneplácito de la mayoría. Y lo extravagante es, que ante esta privatización o egoista apropiación, no todos tienen la capacidad de reaccionar de igual forma debido a esas injustas barreras existentes, principalmente intelectuales y económicas.
A priori, la contaminación del aire parece ser uno de los problemas más democrático que padecemos, ya que todos lo respiramos por igual, pero ¿realmente es así?, ¿no existen diferencias de clases también a la hora de sufrir el problema de la contaminación?.
Un ejemplo de esta circunstancia lo conocemos a partir de una serie de entrevistas, que se exponen en una web dedicada al periodismo visual sobre la crisis climática, llamada sonda internacional.
Conferencia sondainternacional, pincha: https://youtu.be/P5Z8hJfAFTE
En Nueva Delhi, la ciudad con el aire más contaminado del mundo y con 25 millones de habitantes, se da la circunstancia de que personas con niveles socioculturales y económicos muy dispares lo padecen de diferentes maneras.
Hay personas extremadamente pobres que viven en la calle y su nivel de desconocimiento sobre la contaminación del aire es tal, que simplemente no saben que sus afecciones respiratorias son consecuencia de ello. Existe otro perfil de personas que sí son conscientes de ello, pero no tienen recursos para combatirlo. Su vida se desarrolla en los vertederos, siendo su único medio de subsistencia, y sin embargo, no tienen acceso a una simple mascarilla. Después nos encontramos, también en Nueva Delhi, a personas con un mayor nivel socioeconómico, que son conscientes de lo perjudicial de respirar el aire de esta ciudad, por lo que tienen instalados purificadores de aire en sus apartamentos, acceso a mascarillas de gran calidad para salir a la calle y la posibilidad de acceder a los recursos médicos.
Este puede ser uno de muchos ejemplos de como la contaminación también distingue entre los distintos niveles socioculturales y económicos. Y ante esta acción de privatización, sólo cabe la reacción.
Acción:
Por una parte, "los intereses económicos" colonizadores y privatizadores del hábitat; con sus armas de marketing, creando tendencias o necesidades irreales, fomentando el consumismo, creando dependencia de todo aquello que realmente es innecesario. ¿Las consecuencias? ...el esquilmado de los recursos naturales que son de todos, es decir, de nadie en particular.
Reacción:
Por otra parte, la reacción; con la ayuda de las armas de la cultura, el conocimiento y la interiorización de qué somos y dónde estamos, es decir, la concienciación. La acción de las personas evitando así caer en la trampa del consumismo y la sobreexplotación.
Esa debe ser la herencia y herramientas que proporcionamos a nuestros descendientes, además de un hábitat libre de hipotecas, "la capacidad de reacción", garantizando una verdadera liberación de las mentes y del consumismo al que nos hemos hecho adictos.
La igualdad y el derecho a lo justo no deben ser simples derivados de la fuerza y el poder, debe ser fruto de nuestra reacción y deben ser cuidados para evitar su extinción.
Fotografía y texto:
- José Jurado Pérula.
Fuentes de inspiración:
- Libro ¿Dónde está Banksy?
- Libro Vallas y ventanas, Naomi Klein
- WWW. OXFAMintermon.org
- Carta que el jefe indio Seattle envió al presidente de Estados Unidos en 1854.
- Sondainternacional.com
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